El paso del tiempo hace mella en la decoración de iglesias y catedrales. Cuando las construcciones están muy deterioradas, se suele encargar la reconstrucción a maestros canteros, que en ocasiones se toman la libertad de incluir elementos contemporáneos que frecuentemente llaman la atención de los observadores. Cuando el observador es tonto de carrito, puede llegar a pensar que la figura en cuestión tiene la misma antigüedad que la construcción original, lo que le da pie a crear extrañas historias que frecuentemente enlazan con civilizaciones secretas y contactos extraterrestres.
Un caso muy conocido es el del astronauta de Salamanca, labrado sobre el flanco izquierdo de la puerta norte de la Catedral Nueva de esa ciudad.…