El momento del aterrizaje de un avión es quizá el que implica mayor complejidad. Si se le mezcla con un poco de dramatismo, se convierte además en algo espectacular. Tanto, que es un suculento objeto de deseo para los comerciales.
Este por ejemplo, es un comercial de Nissan de 2011, que se mostró como una noticia real. Sin embargo, algo así no podría nunca ocurrir, ya que la velocidad a la que un jet comercial toca tierra, está en torno a 250 km/h, una velocidad que este tipo de vehículos no puede alcanzar, y mucho menos a la que pueda maniobrar para encajar el tren delantero en la trasera de la camioneta.…